Los implantes dentales son pequeños dispositivos, normalmente en forma de tornillo, que se colocan en el hueso maxilar o en la mandíbula, que sirven como base o soporte para la colocación de nuevos dientes artificiales que van a reemplazar los dientes perdidos.
Los implantes dentales se fabrican de titanio, el cual es un metal muy liviano y resistente que ha mostrado ser excepcionalmente compatible con el cuerpo humano permitiendo su integración con el hueso mismo, en estos casos con el hueso maxilar superior o la mandíbula.
Se le llama oseo-integración, al proceso de fundición o soldadura entre el hueso y la pieza dental de titanio, que fija efectivamente el implante al hueso.
Después de unos meses, cuando ya el implante dental se haya oseointegrado con el hueso, se va a proceder terminar el implante dental y a poner la corona, que es la única parte visible del implante dental. Ya posteriormente sólo te va a tocar darle el debido mantenimiento para que tu nueva dentadura, tenga una vida útil de al menos 25 años.
Cuando se va a iniciar un proceso dental, el médico primero te va a realizar una evaluación detallada de tu cavidad oral, hará un diagnóstico y planificará el tratamiento más adecuado a tu caso. El proceso de implantación dental no es nada complicado, normalmente se realiza con una pequeña cirugía ambulatoria, en la clínica del médico odontológico.
fuente: http://implantedental1.wordpress.com